Durante el verano tratamos de proteger nuestra piel durante su exposición al sol, pero ¿qué pasa con los ojos? También sufren las consecuencias de las radiaciones solares y por eso hoy os traemos unos consejos sobre cómo protegerlos de la luz solar. Si no se controla el tiempo y grado de exposición pueden aparecer lesiones en las células de la córnea y la conjuntiva, que pueden acarrear problemas más graves.
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- Utilizar gafas con filtros especiales ultravioleta. Las gafas que venden en los chinos no nos protegen de nada. El filtro debe ser del 90 al 100% de las radiaciones UVA y UVB y del 75% al 90% de la luz visible. Debemos usarlas todo el día si vamos a estar expuestos al sol, no expresamente si vamos a la playa o a lugares con fuerte radiación. Los cristales polarizados bloquean los rayos y también sus reflejos, y son mejores que los oscuros normales. Las mejores gafas de sol son las de vidrio tallado, deben ser homologadas y de calidad.
- Los cristales en tonos grises, verdes o marrones protegen más que los azules o similares.
- Si la exposición es extrema en lugares como alta montaña, playas o nieve, las gafas deben tener también protecciones laterales para que la luz no penetre de ninguna forma.
- La piel de los párpados hay que protegerla de la misma forma que lo hacemos con la del cuerpo, con cremas de alta protección sin que entre en el ojo pero aplicando con frecuencia.
- Los gorros, viseras, gorras… Nos paran el sol que llega a los ojos, y es que el 50% de las radiaciones pasan entre las gafas y la cara de manera vertical. Si ponemos una barrera, entrará menos.
- No debemos mirar al sol de forma directa ni con gafas de sol, ni tampoco a su reflejo. La mácula puede resultar dañada de manera irreversible.
- La radiación solar dependerá del tiempo de exposición, la altura del sol (más alto en verano y sobre todo entre las 10 y las 15 horas), la latitud (más cerca del Ecuador, más intensa), las nubes que haya y la altitud (más radiación a mayor altitud). Por todo esto, siempre hay que actuar con responsabilidad y exponernos al sol con cabeza.
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